No puede decirse que la primavera ha llegado a Europa hasta que Keukenhof ("Jardín de la cocina", en neerlandés) abre sus puertas. Los terrenos del parque formaban parte de las posesiones de Jacoba de Baviera, quien lo bautizó con ese nombre al identificar el olor de las hierbas y especias con la cocina de su palacio.
Este paraíso holandés puede hoy considerarse el jardín más bello del mundo y, cuajado como está de miles de olores y colores, ha servido de inspiración a esta colección, en la que destacan sus espectaculares collares cortos en plata, perlas y todo tipo de piedras semipreciosas y gemas orgánicas.
Espectaculares collares cortos en plata, perlas y todo tipo de piedras semipreciosas y gemas orgánicas
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